martes, 12 de marzo de 2013

1.2.- CONOCIMIENTO DE LOS PRODUCTOS Y PREPARACIÓN A PARTIR DE LOS COMPONENTES.

CONOCIMIENTOS DE LAS PREPARACIONES DE PRODUCTOS

            Los productos que se utilizan en la terminación de la madera, requieren la mayor parte de las veces una preparación previa a su empleo. Dicha preparación suele consistir en disoluciones, mezclas de componentes, adición de agentes que modifican el sistema, etc…

            También es importante conocer cómo valorar el costo real de los productos que intervienen y aplicar esa valoración al costo del proceso de acabado.La práctica más corriente es la de diluir el producto base para situarlo en la viscosidad adecuada para su aplicación. Como se dijo al hablar de las condiciones ambientales, la viscosidad de un producto se altera al variar la temperatura. A mayor temperatura, la viscosidad es más baja, y a menor más alta.

            Igualmente es importante mantener una viscosidad de suministro o de fabricación determinada debido a los problemas de separación de fases (por diferente densidad o peso específico de los componentes de un barniz), que un almacenamiento prolongado puede ocasionar.



            Lo que realmente nos interesa saber desde el punto de vista de aplicadores de producto, es que componentes lleva un producto determinado, en que proporciones deben mezclarse y que tiempo de utilización de la mezcla tendremos.

           Cuando nos venden un líquido, lo primero que hay que calcular es su precio auténtico. En la Unión Europea existe una directiva que indica que todo líquido debe venderse al consumidor por volumen, es decir, en litros, metros cúbicos, etc…

            Pero debido a que a determinados sectores les interesaba más vender a peso, por ejemplo lo que se vende mediante camiones cisternas, ya que es más fácil pesar un camión que medir el volumen del líquido que descarga, se abrió la puerta a que determinados fabricantes vendan en litros o kilos según sea el peso específico del producto, tomando siempre la parte que más les conviene.

            Por lo tanto, debemos exigir siempre que nos indiquen claramente la unidad de medida y mejor aún el volumen que nos venden, o en su defecto cuando nos venden en kilos, la densidad del producto, para con ella poder determinar el volumen mediante la siguiente fórmula:

            Densidad = Peso / Volumen

            Una vez tengamos claramente definida la unidad de medida, podemos calcular el importe real de lo que compramos o empleamos en el acabado. Para ello utilizaremos el siguiente esquema:

-          Precio por litro x Número de litros = Importe del producto A

-          Precio por litro del endurecedor x Número de litros necesario = Importe del producto B

-          Precio por litro del disolvente x Número de litros necesario = Importe del producto C

-          Suma de todos los importes, dividida por el número total de litros = Precio por litro de la mezcla resultante.



MEDICION DE LOS COMPONENTES

            Se trata de determinar la forma de medir los distintos componentes y saber qué aparatos podemos utilizar en esta medición. Los parámetros a medir son:

-          Volumen
-          Peso
-          Viscosidad
-          Peso específico o densidad

            El peso se calcula de forma fácil, mediante básculas de mayor o menor precisión según las cantidades a pesar. Normalmente con una balanza de sensibilidad mínima de 1 gramo, es suficiente para las necesidades de una empresa de aplicación de barniz. En los laboratorios se utilizan otras con mayor sensibilidad, pero en fábricas no son necesarias.

            El volumen se determina con elementos contrastados, lo normal son medidores de 5 y 1 litro, y probetas de 500, 250, 100 y 50 e incluso 10 centímetros cúbicos. El empleo de estos es necesario para hacer las mezclas de endurecedores a volumen, y también cuando debemos adicionar disolventes, aditivos, colorantes y otros productos. Muchos los emplean para hacer y retocar colores, como veremos en su momento.




            La viscosidad se determina mediante el empleo de la denominada copa Ford, cuya graduación viene indicad por un número que sigue a la marca. Dicha copa es un recipiente en forma de vaso de 100 c/c de capacidad, en cuyo fondo existe un orificio calibrado de una anchura de 4,5,6,7, u 8 milímetros de diámetro. El diámetro del orificio es el que da número a la copa.

            La determinación de la viscosidad se realiza tapando el agujero del fondo con el dedo, llenando la copa hasta el borde y destapando el agujero al tiempo que con un cronómetro medimos los segundos que tarda en vaciarse la copa. El número de segundos empleados en el vaciado es la viscosidad del producto.

 La reología es la ciencia que estudia el concepto de viscosidad.

            Por último, citaremos la determinación de peso específico. Aunque es algo que nos vendrá dado por el fabricante, no está de más que se sepa cómo calcularlo por si se quiere comprobar:

-          Pesamos un recipiente calibrado vacío, como una probeta de 100 c/c.
-          Lo llenamos de líquido hasta la marca correspondiente.
-          Pesamos de nuevo el recipiente lleno.
-          Restamos del peso anterior lleno el del recipiente vacío.
-          La diferencia, que corresponde al peso del líquido en cuestión, la dividimos por el volumen que habíamos determinado y obtendremos el peso específico.

Un  ejemplo:

            Tomamos una probeta de 100 c/c y la pesamos vacía, dando una tara de 60 gramos. La llenamos con un barniz hasta los 100 c/c y volvemos a pesar teniendo un peso total de 156 gramos:

Por tanto, 156gr – 60gr = 96 gramos pesa el barniz

96 gramos / 100c/c = 0,96 gramos c/c = 0,960 Kg/litro


DETERMINACION DE LAS CUALIDADES DE LOS PRODUCTOS: MENSURABLES Y NO MENSURABLES

            Todos los productos tienen unas cualidades que denominamos mensurables porque son susceptibles de ser medidas y valoradas. Son cualidades que tomando unos patrones de referencia pueden ser comparadas a las de otros productos sin tener que hacer la prueba de los dos a la vez. Son las siguientes:

-          Color, que aunque es visual y apreciativo en la mayoría de los casos, existen colorímetros que te dan coordenadas exactas mediante las que puedes determinar unas cifras.

-          Extracto seco, se llama así el contenido en sólidos de un líquido. Es lo que finalmente queda del barniz sobre la pieza una vez seco y endurecido.


-          Reactividad, o capacidad de un producto de reaccionar. También se le denomina velocidad de reacción, o de endurecimiento. No hay que confundirla con el secado, que es un proceso físico de evaporación de disolventes, aunque a veces coinciden o se mezclan ambos conceptos.

-          Pot-Life, o tiempo de vida útil de la mezcla. En inglés es como más habitualmente se expresa en el mercado. Mide el tiempo que transcurre desde que un producto se mezcla con su endurecedor, catalizador o promotor hasta que la mezcla ya no está en condiciones de ser utilizada con un mínimo de garantías. Esto último es muy importante porque muchas veces un producto está aparentemente bien, pero no utilizable al haber perdido sus propiedades. En otras ocasiones, las más, el tiempo de vida coincide con un visible deterioro de la mezcla.


-          Tiempo de gel, o de gelificación, es una cualidad de los productos una vez aplicados. Mide el período que transcurre desde que se aplica el líquido hasta que forma un semisólido que ya no es capaz de extenderse, descolgar, etc… La importancia que tiene ésta medida radica en que una vez hecho el gel, hay que dejar que el producto seque y endurezca, a excepción de los poliesteres en que se dan procesos de aplicación de dos manos seguidas, precisamente cuando el producto está en fase de gel.

-          Tiempo de secado, es el período durante el cual se están evaporando los disolventes y el producto va adquiriendo su consistencia y aspecto final. Se distinguen tres períodos fundamentales: secado al polvo es el primero y mide el tiempo transcurrido hasta que el polvo que pueda caer por estar en suspensión en el aire, ya no se queda pegado a la superficie. El segundo es el secado al tacto, tiempo hasta que podemos tocar el producto sin dejar marcas visibles. El tercer período es el de secado duro, que mide cuando podemos manipular las piezas sin que se produzcan deterioros. Hay dos tiempos de secado más, uno para los fondos y es el tiempo de lijado, que mide la duración desde la aplicación del producto hasta que se puede lijar sin que se emboce la lija, y el otro para los acabados y se denomina tiempo de apilado, y es el transcurrido desde la aplicación hasta que podemos amontonar las piezas cara barnizada con cara barnizada sin que se peguen, marquen o deterioren. Existen varios sistemas de control y medición.

-          Dureza, como con todos los cuerpos la dureza mide la resistencia de un acabado a ser rayado. Hay varios sistemas que podemos emplear para su medición.

-          Resistencia a los agentes químicos, trata de determinar cuáles son los productos que se utilizan habitualmente en la vida que afectan a un acabado. O dicho de otro modo a que productos químicos es resistente un acabado.

-          Resistencia a los agentes físicos, son pruebas de elasticidad, adherencia o doblado, etc.. que son fácilmente realizables, dándo una medida exacta del comportamiento futuro del acabado.

-          Cold-Check o Ensayo de envejecimiento acelerado, o prueba de Frío-Calor. Se trata de poner una pieza a 20º centígrados bajo cero durante una hora y a continuación, dejando otra hora a temperatura ambiente, ponerla otra hora a 60º centígrados sobre cero. Se deja otra hora a temperatura ambiente y se comprueba su estado. Esto que hemos descrito es un ciclo. Lo normal es que un producto supere los 20 ciclos.

-          Resistencia a la luz. Mide la capacidad de cambiar de color, en general amarilleamiento, de un producto por efecto de los rayos ultravioleta que lleva la luz, en especial la solar.

-          Brillo, en los acabados. Es la mayor o menor capacidad de reflejar la luz que tiene una superficie y se mide mediante un aparato conocido por Brillómetro.


Las cualidades no mensurables son aquellas cuya apreciación está condicionada a la sensibilidad de las personas que las valoran. No tienen un patrón a modelo matemático de referencia y su importancia está siempre en función del modelo del mueble. Son algunas de éstas:

-          Tacto, es la mayor o menor suavidad que notamos al pasar la mano por encima de un acabado. Puede ser sedoso, cálido, artificial.. Pero como se ve es siempre subjetivo. Se ha intentado medirlo mediante complicados sistemas de medición del rozamiento o deslizamiento, aunque no se han extendido porque no expresan realmente las sensaciones.

-          Transparencia, es una cualidad que permite apreciar la belleza de la madera con más o menos nitidez. Es semejante a un cristal transparente o esmerilado y aunque podríamos medir la cantidad de luz que deja pasar un cristal o un acabado, no conseguiríamos medir el efecto estético de la misma.

-          Belleza, se dice que es una cualidad de sentimiento. Una cosa es bella o no en función de quien la ve y sus emociones en aquel instante. Con los acabados ocurre así.

-          Facilidad o suavidad de lijado. Es el mayor o menor esfuerzo que se debe hacer para lijar un fondo. Se podría medir el esfuerzo y de hecho se hace cuando lijamos a máquina, pero no siempre las piezas son iguales, ni la capa la misma.

-          Facilidad de aplicación. También la conocemos por mojabilidad o extensibilidad, aunque realmente estos términos no son los correctos. La mojabilidad de un producto o facilidad para humectar un soporte, es una cualidad química de un producto en sí, y la extensibilidad es una cualidad semejante pero no igual. La facilidad de aplicación es un término del argot profesional que indica lo cómodo, rápido o agradable que resulta trabajar con un determinado producto, pero nada más.

-          Tixotropía. Junto con la viscosidad forma parte de la Reología, ciencia que estudia el comportamiento de las moléculas de los líquidos. Pero referido a los productos para el acabado de la madera, la tixotropía es algo más que una parte de la ciencia. La tixotropía es la resistencia que tiene un líquido a resbalar sobre una pared vertical. Va unido muchas veces a la viscosidad, cuanto más espeso más difícil es que resbale, pero no siempre, incluso a veces los comportamientos son contradictorios. Por lo tanto lo mejor que podemos saber sobre esta cualidad es que debe ser ensayada en cada material. Existen unos aparatos llamados paneles de nivelación que pueden ayudar.

Finalmente, dos conceptos:

-          El choque térmico, que consiste en mezclar dos productos a distinta temperatura, y el Choque Reológico, que es mezclar dos productos a muy distinta viscosidad.

-          Y el Gramage, que es la cantidad de producto que aplicamos por metro cuadrado.



TABLA DE EFECTOS DE LA TEMPERATURA SOBRE LA VISCOSIDAD

            La viscosidad de una pintura evoluciona en función de la temperatura, ya que las resinas estarán más fluidas cuanto mayor sea la temperatura. La tabla adjunta nos dá la evolución de una pintura gliceroftálica en función de la temperatura. Puede observarse que una pintura con una viscosidad de 22s a 20º pasará a 28s si la temperatura baja a 12º. A 32º su viscosidad sería de 17s.






T
E
M
P
E
R
A
T
U
R
A
ºC





10º
12º
14º
16º
18º
20º
22º
24º
26º
28º
30º
32º
34º
36º
38º
40º

27
26
24
23
22
21
21
20
19
18
18
17
17
16
15
15
14
14
14
14

33
31
29
27
26
25
23
22
21
20
19
18
18
17
16
16
15
15
14
14
S
39
36
34
32
30
28
26
24
23
22
21
20
19
18
17
17
16
15
15
14
E
46
42
39
36
34
31
29
27
26
24
23
22
21
19
18
17
17
16
15
15
G
54
49
45
41
38
35
32
30
28
25
24
23
21
20
19
18
17
17
16
15
U
58
51
47
43
40
36
33
31
29
27
25
23
21
20
20
19
18
17
16
16
N
61
55
50
46
42
39
35
32
30
28
26
24
22
21
20
19
18
17
16
16
D
69
63
56
52
46
42
39
35
32
30
28
25
24
23
21
20
19
18
17
16
O
77
69
62
55
50
46
41
38
35
32
29
27
25
24
22
21
19
18
17
16
S
84
74
67
61
54
50
44
40
36
34
30
28
26
25
23
22
20
18
17
16

95
84
75
66
60
54
48
44
40
36
33
30
28
26
24
22
20
19
18
17

104
92
81
73
65
58
52
46
42
38
35
31
29
27
24
23
21
20
19
18

112
100
88
76
69
62
54
49
44
40
36
32
30
27
25
23
21
20
19
18

122
108
90
85
75
66
59
53
47
42
38
35
31
28
26
24
22
21
19
18

132
120
102
90
80
70
63
55
50
44
40
36
33
30
27
25
23
22
20
18

142
124
108
95
84
74
65
58
52
46
41
37
34
31
27
25
23
22
20
18

152
132
119
101
90
80
69
61
54
48
43
38
35
31
28
26
24
23
21
18

164
140
123
106
94
83
73
64
56
50
45
40
36
32
29
27
24
23
21
19



PREPARACION DE LOS PRODUCTOS A PARTIR DE LOS COMPONENTES

            Hemos visto que los diferentes acabados requieren productos que muchas veces, las más, no se presentan puros sino que deben mezclarse entre sí varios componentes para obtener el producto adecuado para la aplicación.

           Lo primero que se debe observar cuando se tenga que utilizar un producto es su Hoja Técnica, o folleto explicativo que nos debe facilitar el fabricante para que sirva de guía de utilización.

            Además, la legislación comunitaria prevé que cada compuesto químico debe tener una Hoja de Seguridad, que agrupe toda la información necesaria para su manipulación, prevención de riesgos, conocimientos médicos, etc… y que también está obligado a facilitar el fabricante del producto.
            
            Hay que contar siempre al efectuar una mezcla el tiempo de vida de dicha mezcla, para no preparar más cantidad de la necesaria para el trabajo que podamos realizar durante el tiempo de vida útil (pot-life) de la mezcla.

MANIPULACION Y CONSERVACION: PRECAUCIONES BASICAS

      Los productos para el acabado suelen ser en su gran mayoría inflamables, muchos nocivos o irritantes y algunos incluso tóxicos y venenosos.

      Las indicaciones deben figurar siempre en la etiqueta del producto y en las Hojas de Seguridad que acompañan a los mismos y que estudiaremos detenidamente en el apartado de Seguridad e Higiene.
     
      Como norma general lo que primero debemos prever es el riesgo de incendio, tanto desde la perspectiva de fuentes de calor que lo provoquen, como mecheros, cigarros, elementos eléctricos, como de las precauciones debidas a la electricidad estática, que en definitiva es la que acaba provocando, aliada con la suciedad o los desperdicios, la mayor parte de los incendios en talleres y fábricas.

      Quiere esto decir que las mezclas trasvases de líquidos inflamables debemos hacerlos siempre conectando los recipientes metálicos a tomas de tierra para que pueda descargar la electricidad estática, y NO DEBEMOS PASAR UN LIQUIDO INFLAMABLE DE UN RECIPIENTE METALICO DIRECTAMENTE A OTRO RECIPIENTE METALICO, hay que poner entre ambos algún tipo de aislante, como por ejemplo un embudo de plástico.

      Tampoco debemos usar nunca carretillas, elevadores o cualquier elemento móvil con ruedas o soportes metálicos, ya que el roce contra el suelo levanta chispas que pueden provocar incendios si inadvertidamente, o por falta de limpieza, hay en el suelo algún resto de productos, disolventes.. En el apartado de seguridad explicaremos más detenidamente los factores de riesgo con el producto.

      Otra precaución es la de la elevada ventilación, tanto cuando se aplica, como ya se dijo para evitar la concentración de gases, como cuando se efectúan las mezclas y preparaciones. Recodar siempre que la mejor protección contra inhalaciones contaminantes es la ventilación de aire puro.

      Y un factor importante y que se pasa por alto muchas veces, es no comer ni beber mientras se está trabajando con productos químicos, sobre todo cuando como en el caso de los acabados son muy volátiles. La razón es que los bronquios actúan como filtros cuando se trata de gases o polvo, pero si comemos o bebemos el aparato digestivo no tiene filtro alguno, y los alimentos arrastran directamente los productos químicos y a través del citado aparato digestivo pasan a la sangre de forma fácil. Cuando haya que comer o beber, incluso la leche que es antitóxica, se debe hacer fuera de la atmósfera de productos, y después de haber ventilado unos minutos el organismo.

      Por último, hay que tener en cuenta la toxicidad por contacto.

      Los productos para el acabado son siempre para la piel irritantes, entre otras cosas porque los disolventes actúan como tales sobre las grasas naturales de la piel dejando ésta sin protección.

      Además también pueden ser tóxicos por contacto, o incluso provocar alergias de contacto o incluso de acumulación (son las que se manifiestan cuando se lleva un tiempo trabajando con el producto causante de la alergia).

      Hay que tener muy presente que no debemos manipular directamente con las manos ningún producto químico. Debemos usar guantes de goma o ayudarnos con cualquier elemento que nos dé protección. También estudiaremos con detalle estos extremos en Seguridad e Higiene.

CONOCIMIENTO DE LAS TÉCNICAS Y SISTEMAS DE APLICACIÓN

      Existe una división básica entre los modos o sistemas de aplicar un acabado al mueble, a saber: manual y mecánica.

      Por aplicación manual entendemos las que se hacen sin más auxilio que la mano del hombre y, a lo sumo, algún aparato o ayuda que no implique máquinas, como por ejemplo brochas, rodillos, o muñequillas de trapo.

      Están como es obvio muy en desuso, pero no debemos olvidarlas enteramente, porque aún se hacen, y creemos que se seguirán haciendo en el futuro, procesos manuales para ciertos tipos de mueble. Un ejemplo es la aplicación de la capa final a muñeca de la goma laca sobre el mueble de estilo de alto precio, o el decorado de las molduras o ciertos tipos de tintado que se hacen por medios manuales.
     
Lo que más domina es la aplicación mediante elementos mecánicos de los productos. Estos aparatos son básicamente los siguientes:

-          Pistolas: aerográficas, Airless, Airmix y Electrostáticas.

-          Máquinas de rodillo : Tintadoras, reverse, Rill Soller o aplicadoras de acabado a rodillo, Espatuladoras, rodillo simple de imprimación, etc..

-          Cortinas: de labios, de rebosadero, de Alta viscosidad o para UV, etc..

-          Inmersión: Cubas de inmersión para piezas cortas, largas, mueble montado, etc..







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