TINTES. TIPOS DE
TINTES Y CARACTERISTICAS.
Tintes: El tinte se puede
definir como un compuesto líquido homogéneo, formado por la interposición de
las partículas de una sustancia (soluto) entre las de otro (disolvente).
Los tintes
se componen de pigmentos solubles en agua, alcohol y disolventes como
vehículos, que permiten su aplicación, bien sea por medios como la inmersión,
manuales o por medios mecánicos.
Su
finalidad es modificar el tono de la madera, alterando lo menos posible el
veteado natural, sin dar espesor. Se puede teñir para igualar entre sí dos
o más maderas, para imitar con una
madera corriente otra de mayor nobleza, o bien por razones de diseño y
decoración lograr una tonalidad o color inexistente.
Tintes al agua: Son pigmentos sólidos o
anilinas que mezclados con agua consiguen una gran transparencia y fácil
penetración, proporcionando un mayor resalte en la malla, vetas y poro de la
madera. Son de fácil aplicación manual, mediante brocha, trapo o esponja, pero
presentan dificultades como el largo tiempo de secado, el levantamiento del
pincho o repelo, que requiere ser frotado con estropajo de esparto para su
posterior barnizado. En aplicaciones mecánicas se utiliza para grandes
superficies. Su pigmentación es poco estable a la luz.
Tintes hidroalcohólicos: Los tintes de
esta naturaleza son una modificación de los anteriores. Al incorporar alcoholes
pesados, consiguen una evaporación más rápida, no obstante hemos de
clasificarlos como secado lento. Su comportamiento es similar a los de agua en
la aplicación, y se pueden extender manualmente con facilidad. Su estabilidad a
la luz tampoco es buena.
Tintes al disolvente: Como su nombre
indica, estos tintes están formulados a base de solventes ligeros y pesados,
los cuales mezclados en distintas proporciones nos dan la curva de secado, que
siendo siempre muy rápido, permite una cierta elasticidad según las necesidades
de aplicación.
Su secado
es tan rápido que podemos aplicar encima la primera capa de barniz sin
necesidad de retirar la pieza de la mesa de trabajo.
Su
velocidad de evaporación no permite una gran penetración y redunda en una menor
transparencia que los anteriores. Por el contrario, su estabilidad a la luz
(dependiendo de la calidad de los pigmentos), suele ser muy superior.
La
aplicación ha de ser generalmente aerográfica, pistola, calderón de presión o
electrostática. Para conseguir uniformidad en el color, se requiere un buen
entrenamiento y destreza.
Tintes semitransparentes: Son tintes al
disolvente que incorporan pequeñas cantidades de pigmentos opacos. Su aspecto
es opalescente o velado, dejando ver la madera de forma semitransparente.
Glaseadores: Son tintes
semitransparentes de naturaleza grasa. Se disuelven en aguarrás y se utilizan
para obtener diferentes aspectos en el acabado. Se suelen situar entre las
capas de fondo y acabado, extendiéndoles con trapo después de aplicarles con
pistola aerográfica o brocha.
Es
necesario saber que estos tintes no tienen adherencia propia. Extendidos en
finísimas capas, han de quedar fijados por el anclaje, entre las capas de
barniz.
Tintes concentrados: Pueden ser solubles
en agua, alcohol o disolvente. Se utilizan para confeccionar diferentes
colores. Los solubles en disolvente se emplean también para entonar barnices.
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